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¡Parad la tercera guerra mundial!
Por Marc Gauvin (c) 09/2023
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Cuando la alternativa "lógica" parece peor, es cuando la intimidación y la amenaza real de guerra se convierte en una opción para cualquier imperio, siendo el colapso económico un ejemplo de tal temible alterantiva.
Los Estados Unidos se encuentran en tal situación, si se requiere "cumplir" la promesa de las "finanzas", entonces Estados Unidos no sólo perderá su prominencia sino que toda su economía y su infraestructura actual colapsarán produciendo pobreza y miseria masivas. Por no decir nada de la devastación que supone la perspectiva real de una guerra civil.
Todo lo que hay que hacer para ver esto es dividir la deuda pública de 33 billones de dólares entre la población estadounidense y se obtiene una deuda de 100.000 dólares per cápita o 400.000 dólares para un hogar de cuatro personas y luego calcular la tasa de inflación necesaria para compensar esa deuda, así entenderemos rápidamente cómo eso haría trizas la economía y cómo el colapso del orden social y la pobreza y miseria generalizadas se vuelven inevitables.
La composición matemática se refiere a lo exponencial, literalmente una duplicación por unidad de tiempo. Si bien podría parecer posible compensarlo con una producción cada vez mayor de valor, la realidad es que, por definición, es inestable y, por lo tanto, totalmente inmanejable, sin mencionar que el crecimiento perpetuo es simplemente una quimera. La prueba está en los hechos, Estados Unidos ya no puede compensar sus excesos financieros con su destreza industrial y tecnológica, las cifras muestran que la producción siempre ha sido inestable, por lo tanto, no tenemos pruebas ni precedentes de que alguna vez lo haya sido "manejable". Esto explica el recurso de Estados Unidos a una mayor intimidación y ahora la amenaza real de una Tercera Guerra Mundial, ¡probablemente nuclear!
Observad cómo todo esto se basa en la validez de los contratos y acuerdos financieros en todos los niveles. Pero, ¿son válidos? y ¿qué hacer si resultan que no los son? ¿Se acaba el mundo? No y he aquí el porqué:
Aquí y en la ASMT, hemos demostrado inequívocamente que la noción misma de dinero que TODOS usamos de memoria y que, por lo tanto, sustenta todos los contratos monetarios, constituye un absurdo lógico y matemático, al que nos referimos como la tergiversación lógica del dinero. En pocas palabras, la noción de que el dinero puede ser a la vez una medida/registro de valor Y un artículo comercial/mercancía es totalmente insostenible bajo el escrutinio de la lógica formal, ya que ambos conceptos son mutuamente excluyentes y lógicamente contradictorios. Dado que ese es necesariamente el caso, entonces se niega categóricamente cualquier pretensión de cualquier medida válida dentro de dichos contratos. Como consecuencia directa de esto, todo contrato de dinero que asuma dicha tergiversación o cualquiera de sus imperativos, también debe ser no factible al menos en términos de dicha tergiversación.
Entonces, ¿en qué medida esto nos ayuda a eliminar la amenaza inminente de la Tercera Guerra Mundial? Al reconocer la invalidez de las promesas financieras que amenazan con la destrucción de Estados Unidos, la alternativa apocalíptica ya no sirve como una peor alternativa a la guerra. Esto no significa que no se deba recíprocar el balance de comercio, sólo que la distorsión introducida por la tergiversación del dinero, una vez eliminada, nos permitirá hacerlo con medidas válidas y estables, manejables durante períodos de tiempo negociados más flexiblemente, es decir, gestionar el riesgo sin austeridad. Los acreedores lo aceptarán con gusto, porque una tercera guerra mundial corre el riesgo de subyugación, en caso de una victoria estadounidense, o en el caso de una derrota estadounidense, el poder compensar los daños sin precedentes sufridos no está asegurado. Brevemente:
- El dinero en los contratos tiene la función de medida, es decir, medida del valor de los bienes y servicios.
- Pero tratar el dinero también como un activo sujeto a la oferta y la demanda del mercado destruye su función de medida. El valor de los bienes y servicios reales se pueden medir* para revelar un "balance comercial" más verdadero y realista.
- Una vez que se ha establecido un balance comercial en términos de medidas de valor válidas (estables), cualquier saldo pendiente de cualquiera de las partes, puede ser reciprocado dentro de períodos de tiempo negociados que eviten la necesidad de implementar una "austeridad" dañina y debilitante.
Para obtener más información sobre cómo lograr esto y su rol personal, consulte: ¡Has sido notificado!